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Ruth Matilda Anderson (1893-1983) es quizás una de las principales hispanista norteamericanas del siglo XX. Su obra investigadora y documentalista le lleva a recorrer Extremadura por primera vez en 1923, y ofrece un magnífica mirada sobre usos, costumbre y realidad social del primer tercio del siglo XX en Extremadura, con una especial sensibilidad en su obra fotográfica retrata los oficios artesanos, en los que destaca la figura de la mujer en una labor abnegada y silenciosa. Una maravillosa obra de la fotografía, quizás una de las más destacadas de cuantas existen.
Ruth Matilda Anderson |
Ruth Matilda Anderson, Nace en Nebraska (EE.UU), recibió su primera formación en fotografía de su padre, Alfred Theodore Anderson, que tenía un estudio en Kearney especializado en vistas y retratos. Tras un año en la Nebraska State University (Lincoln), se inscribió en el Nebraska State Teacher's College (Kearney), donde se graduó en 1915. A pesar de su título nunca se dedicó a la enseñanza, optando en cambio por volver a inscribirse en la Nebraska State University durante un semestre. Después, se trasladó a la ciudad de Nueva York, donde asistió a la Clarence H. White School for Photography, diplomándose en 1919.
En 1921, dos años después de que Anderson acabara sus estudios, fue contratada por The Hispanic Society of America. Estaba trabajando de decoradora de interiores cuando la secretaria de la Clarence H. White School le dijo que la Hispanic estaba buscando un fotógrafo y que Clarence White la había recomendado. Anderson consiguió el trabajo y pasó el resto de su carrera profesional allí. Encontraba que sus retos y oportunidades eran estimulantes, pero sobre todo se sentía entusiasmada por la oportunidad de aprender de Huntington.
Trabajando bajo su supervisión, puso a punto diligentemente sus técnicas como fotógrafa e investigadora. Durante el primer año, fue fotógrafa del museo, antes de ser nombrada conservadora de fotografía en 1922, cuando se amplió la plantilla. Después, en 1923, Anderson hizo el primero de los cinco viajes que realizaría a España en los años veinte: 17 de marzo a 3 de julio de 1923 (todo el país); 29 de julio de 1924 a 28 de agosto de 1925 (Galicia y Asturias); 14 de noviembre de 1925 a 31 de mayo de 1926 (Galicia y León); 29 de diciembre de 1927 a 28 de abril de 1928 (Extremadura y Castilla); y 5 de octubre de 1929 a 17 de noviembre de 1930 (Castilla, León y Andalucía).
Cuando Anderson regresó de la última de estas expediciones, su carrera dio un giro una vez más puesto que se centró en el estudio de los trajes típicos españoles y comenzó una productiva carrera, publicando varios libros y artículos sobre el tema. Aunque posteriormente hizo otra larga expedición fotográfica a España (1948-49), ésta sería la última vez que la Hispanic Society financió una campaña de esta índole. Además, las imágenes que hizo en este viaje difieren notablemente de su trabajo en los años veinte ya que se concentró en los trajes regionales en lugar de describir diversas actividades. Por último, en 1954 fue nombrada conservadora de trajes de la Hispanic Society, un cargo que ocupó hasta su jubilación.
Estas expediciones fotográficas marcaron toda su carrera; no sólo le permitieron adquirir una experiencia directa vital, sino que además esas obras le proporcionarían un material primordial para su trabajo. Hoy sus imágenes ocupan un lugar destacado en la colección ya que constituyen documentos vívidos de costumbres y lugares que, en numerosos casos, ya no existen.
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