El gran ceramista alicantino Arcadi Blasco ha
fallecido en Madrid a los 85 años. Arcadi Blasco era una leyenda en el
mundo de la cerámica en el ámbito nacional e internacional.
Nació en Mutxamel en 1928 y hasta su muerte acumuló un cuerpo de obra gigantesco, era un creador incansable, manteniendo siempre un espíritu de lucha por la libertad totalmente inquebrantable.
Nació en Mutxamel en 1928 y hasta su muerte acumuló un cuerpo de obra gigantesco, era un creador incansable, manteniendo siempre un espíritu de lucha por la libertad totalmente inquebrantable.
Su viaje a Roma para buscar nuevos horizontes en la Academia Española de
Roma marcó un antes y un después en su visión del arte, fielmente
reflejada en obras pictóricas como “Las Sillas” de 1956.
El romance con la cerámica empezó pronto, puede que inspirado por las
calidades naturales de las tierras cerámicas, por aquel entonces, eran
los alfareros como Pedro Mercedes de Cuenca o Eugenio Crespo de Colmenar
de Oreja los guardianes de los ancestrales conocimientos de la
alfarería.
Desde su estancia en Madrid que parte de 1947 vió como el arte esperaba
tiempos mejores, después Arcadi Blasco participó e inclusive protagonizó
parte del auge de movimientos y grupos de vanguardia, posteriormente
volvería a Murxamel en 1984 donde ha permanecido hasta su muerte, la
obra realizada hasta fechas más recientes parece más sosegada e
intimista, dentro de la riqueza narrativa que le caracterizaba como
ceramista y artista.
Arcadi Blasco tenia claro que la escultura cerámica es una forma en el
espacio, basta con recordar sus exposiciones más emblemáticas como la
participación en la Bienal de Venecia, la muy celebrada exposición del
Palacio de Cristal de Madrid, hasta las más recientes de Alcala de
Henares, Muel, y el Museo de la Universidad de Alicante.
Las series más conocidas de su obra son “Propuestas ornamentales para
torturadores” de 1974 por lo que fue detenido por la policía del Régimen
de Franco; “Muros y Arquitecturas para defenderse del miedo” de 1978 o
“Ruedas de Molino para comulgar” de 1987, hasta las series más recientes
como el celebre “Homenaje a Tatlin” de 1998 o la serie “Guggenbao” de
2001.
Dentro de su obra pública destacan los monumentos al “Pescador” y la “Constitución” y el homenaje a la “Dama de Elche”.
Arcadi Blasco daba mucha importancia a la cocción de unas tierras
cerámicas muy chamotadas que alcanzaban su esplendor cocidas con leña en
su horno catenario de llama invertida, según sus propias palabras
“Cocer es la culminación de un proceso verdaderamente emocionante”.
Con el paso del tiempo tomaremos consciencia de su monumental obra y su poderosa singularidad artística.
Antonio Vivas
Antonio Vivas
Revista Cerámica
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